Roma (Italia). Del 18 de marzo al 1 de abril de 2023, el Ámbito para la Formación del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora organizó una primera sesión de encuentros online por áreas lingüísticas, dirigidos a las Formadoras, con el objetivo de escucharlas, asumir sus desafíos y oportunidades en el campo de la misión.

La invitación fue dirigida a las Formadoras de Preaspirantado, Período de Verificación y Orientación, Postulantado, Noviciado y sus respectivas asistentes, a las Coordinadoras Inspectoriales de Formación; también fueron invitados las FMA que han sido Formadoras en los últimos tiempos y las Inspectoras, para acoger su valiosa experiencia. Unas 266 Formadoras de los cinco continentes participaron en los encuentros de unas dos horas de duración, incluido el trabajo en pequeños grupos, coordinados por la Consejera del Ámbito de Formación, Sor Nilza Fátima de Moraes, junto a las Colaboradoras.

En línea con el CG XXIV y en respuesta a la llamada a la sinodalidad lanzada por la Iglesia e interpeladas por el Pacto Educativo Global, el Ámbito desea construir una red de Formadoras para crear un espacio de escucha e intercambio y seguir profundizando juntas los procesos formativos del Instituto FMA en el mundo contemporáneo.

Los encuentros online han sido un ejercicio de escucha, de conocimiento y de compartir la misión común, conscientes de que, aunque no será fácil afrontar todos los retos que surgieron durante los encuentros, algunos eran comunes a todos los grupos.

Con espíritu de sencillez y fraternidad, las Formadoras se expresaron subrayando la situación bastante compleja de las jóvenes que llegan a las casas de formación. Sobre todo, hay poco conocimiento de las formandas -orígen, familias, cultura, identidad, heridas- que no facilita su acompañamiento, el proceso de discernimiento vocacional y la formación personalizada, y sin embargo toda situación requiere partir de las necesidades, historia, cultura, realidad, talentos y puntos de vulnerabilidad de cada una.

El acompañamiento de las vocaciones indígenas o de los pueblos nativos, pero también de las jóvenes que provienen de contextos culturales menos conocidos, exige un buen nivel de inculturación de las Formadoras, para interpretar mejor sus motivaciones; esto requeriría más tiempo de acompañamiento y por tanto una prolongación de las etapas formativas para algunas; las comunidades de formación también deben estar abiertas al contexto y dispuestas a las relaciones interculturales con el entorno y a la intergeneracionalidad.

A veces las jóvenes llegan con poco bagaje cultural, sin motivación para tomarse en serio lo que exige su elección: como resultado tienen dificultades para aprender el idioma, poco espíritu de sacrificio y una fe no demasiado firme. Por lo tanto, es importante, en ciertos contextos, refinar los criterios de aceptación. Finalmente, se evidenció que algunas Formadoras no cuentan con el tiempo suficiente para capacitarse y actualizarse.

Las Formadoras mostraron interés y aprecio por este primer encuentro, un verdadero momento de formación permanente. En efecto, se constató que para responder a los desafíos y necesidades formativas de hoy, es necesario asumir la identidad de FMA centradas en Cristo, capaces de interpretar evangélicamente los rápidos cambios del mundo y de la historia, con una mirada eclesial, humilde, corazón lleno de compasión y ternura, sin negar sus cargos.

Después de asumir la tarea de releer el actual Proyecto Formativo En los surcos de la Alianza, con miras a su actualización, las participantes se despidieron encomendándose a María, Presencia que intuye y anticipa, para que aprendamos de Ella a acompañar a las nuevas generaciones y concertar cita para los encuentros de abril.

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