Quito (Ecuador). El 10 de febrero de 2022, el Rector Mayor de los Salesianos de Don Bosco, don Ángel Fernández Artime, presidió la Celebración Eucarística por el 150º Aniversario de la Fundación del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora en la Capilla de la Unidad Educativa Particular Bilingüe Spellman de Quito.

Terminados los Ejercicios Espirituales con los Consejos Inspectoriales de la Región   Interamericana, en el Centro Salesiano de Espiritualidad y Conferencias San Patricio de Quito, el 10 de febrero el Rector Mayor inició la visita a la Inspectoría SDB Sagrado Corazón de Jesús (ECU) con un primer encuentro con los miembros de la Familia Salesiana en Ecuador.

En la Celebración Eucarística, concelebrada por el Inspector de la Inspectoría ECU, don Francisco Sánchez, y por Mons. Alfredo Espinoza, Arzobispo de Quito, estaban presentes cerca de 250 personas:  los Consejos y los representantes de las diversas ramas de la Familia Salesiana – Salesianos Cooperadores, Damas Salesianas, Asociación de María Auxiliadora (ADMA) y otros – la Inspectora de la Inspectoría Sagrado Corazón (ECU), sor Cruz María Piña, las Directoras y las Hijas de María Auxiliadora de algunas Comunidades FMA, los Directores SDB y una representación de estudiantes y profesores de las Comunidades Educativas.

En la homilía, Don Ángel subrayó cómo la celebración del 150º aniversario de la Fundación del Instituto FMA y los 120 años de presencia educativo-misionera de las FMA en Ecuador son “un tiempo para dar gracias por la existencia de tantas hermanas que han dado su vida hasta el fin de sus días, por la vida de los laicos que han acompañado la misión en las obras, por las Exalumnas que han aportado en el mundo lo que han recibido en las Casas de las FMA, por la gente buena y humilde de los orígenes que ha hecho posible hoy y aquí esta realidad carismática”. Recordó que celebrar un aniversario no significa quedarse en la nostalgia del pasado, sino acoger la oportunidad de continuar mirando al futuro, sin olvidar los humildes orígenes de la procedencia.

Amar a Don Bosco, que ha amado a sus hijos/hijas, fue su constante invitación. Y amar a Madre Mazzarello, la joven pueblerina de Mornese que aprendió a leer y escribir para sus hermanas, una mujer capaz de crear comunión, de ser madre de sus hermanas y de las niñas, de transmitirles que eran verdaderamente sus hijas amadas: he aquí lo que fascina de ella, que no era una doctora de la Iglesia, sino una mujer de Dios capaz de amar en lo concreto, de transformar lo ordinario en extraordinario”.

Al final, invitó a toda la Familia Salesiana a ser “alternativa”, a vivir la fe de manera profunda, a ser personas que transmiten esperanza, antídoto contra la autoreferencialidad, a vivir con un corazón abierto, abandonado a Aquel que es el Único importante, Aquel “por medio del cual vivimos, nos movemos y somos”.

A la S. Misa siguió un encuentro con el Rector Mayor, sobre el tema Lo que el Rector Mayor espera hoy de la Familia Salesiana“,  presentado por las palabras de la Inspectora, sor Cruz María Piña. Don Ángel habló, de manera sencilla y fraterna, de la significatividad de cada miembro y Grupo de la Familia Salesiana en Ecuador, y sobre cómo vivir y cultivar la sinodalidad comoestilo de relación, de caridad y de comunión en el Señor Jesús”.

El encuentro acabó con un momento de exhibiciones artísticas, en el que los estudiantes y los profesores de algunas instituciones educativas salesianas de las FMA de Quito expresaron, por medio de la palabra, la danza y el canto, la alegría de celebrar juntos la presencia de Don Bosco entre ellos, en la persona del Rector Mayor.

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