Castelgandolfo (Italia). Los días 10 y 11 de febrero de 2024, en la Casa Santa Rosa de Castelgandolfo, se celebró el encuentro de formación para las Hijas de María Auxiliadora junioras de la Visitaduría de María Madre de la Iglesia (RMC) y de la Casa Generalicia de Roma (RCG).
Participaron 16 FMA temporales de diferentes países del mundo, acompañadas por la Superiora de la Visitaduría, Sor Jessica Salvaña, y Sor Anna Trotti, Vicaria.
En continuidad con la meta del año – Con María aprendemos a vivir la unión con Dios y junto con los jóvenes construimos Su sueño y nuestra casa común – el tema de los dos días fue: “Nuestros sueños y los sueños de los jóvenes. Desafíos que nos plantean los jóvenes de nuestras realidades”.
Después de un momento de bienvenida y oración introductoria, Sor Jessica propuso una reflexión sobre el poder de los sueños, que necesitan ser despertados, especialmente los de los jóvenes. También recordó que nunca hay que perder la fe en los jóvenes, que a veces parecen difíciles, pero que siempre llevan dentro de sí una buena semilla esperando ser descubierta.
La novedad de este encuentro fue la oportunidad para que las junioras escucharan la voz de los jóvenes de 6 Inspectorias del mundo, a través de videos preparados por algunos de los participantes. Los jóvenes entrevistados respondieron a tres preguntas: ¿Cuáles son tus sueños? ¿Qué necesitas para realizarlos? ¿Cómo podrían ayudaros las FMA?
Mientras escuchaban, los participantes resumieron las respuestas de los jóvenes representantes de 2 continentes: África y Asia. A continuación, se dividieron en tres grupos, y cada grupo consideró una pregunta.
Del compartir surgió que los jóvenes tienen grandes y hermosos sueños, tanto de una vida personal digna como de un mundo mejor y algunos incluso de convertirse en Hijas de María Auxiliadora. Para lograrlos, casi todos dijeron que se necesita una salud fuerte, paciencia, compromiso constante con el estudio y que la oración es indispensable. Con respecto a la tercera pregunta, los jóvenes filmados expresaron peticiones de acompañamiento, apoyo y cercanía, tanto espiritual, con la oración, como física, con la presencia de testigos.
El primer día terminó con la adoración eucarística, un momento privilegiado para hablar con Dios de los jóvenes y de sí mismas. La velada transcurrió con recreo fraterno.
El domingo 10 de febrero, para la celebración eucarística, un grupo fue a la parroquia pontificia de Santo Tomás de Villanova y otro celebró en casa con las novicias. A media mañana, se reanudó el trabajo en grupo, reflexionando sobre los desafíos que hoy afrontan las FMA, frente a los sueños de los jóvenes. A partir de estos desafíos, cada grupo trazó el identikit de las FMA de hoy, es decir, el perfil de una hermana salesiana que los jóvenes esperan.
Por la tarde, |las junioras eligieron juntas un paso concreto para dar en el proceso de formación: cercanía-escucha-oración. Al final del encuentro, se dejó un momento de silencio personal para reflexionar sobre la Palabra (Jn 17,18-19), sobre las Constituciones, sobre todo lo recibido, compartido y para pensar en cómo ponerlo en práctica en la realidad cotidiana.
“Después del intenso período de exámenes en el primer semestre del año académico, estos días de encuentro fueron una oportunidad para mí y para las hermanas estudiantes temporales de descansar espiritualmente. Disfrutamos de la alegría fraterna y nos fortalecimos en el carisma salesiano. Queremos comprometernos con las peticiones de los jóvenes por los que nos hemos sentido interpelados, para poder decir como Don Bosco: ‘Estudio para ti, trabajo para ti, vivo para ti, también estoy dispuesto a dar mi vida por ti'”.