Roma (Italia). Del 9 al 11 de febrero de 2024, el Ámbito de Misiones del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, con los miembros del Equipo Global Missio, animaron los encuentros de formación online para las Coordinadoras inspectoriales de Misiones y para las misioneras ad gentes de todas las Inspectorías del mundo, previsto en la planificación del sexenio 2022-2027 del Consejo General.
“Diálogo interreligioso y ecuménico” fue el tema de los encuentros por continente, desarrollados a través de las intervenciones del Cardenal López Romero Cristóbal, Salesiano de Don Bosco, Obispo de la Diócesis de Rabat (Marruecos) y sor Soad Khalil, FMA de la Comunidad de Nazaret de la Inspectoría Jesús Adolescente de Oriente Medio (MOR).
Sor Ruth del Pilar Mora, Consejera General para las Misiones, en su saludo de apertura formuló algunas preguntas sobre el significado del diálogo interreligioso y ecuménico para el Instituto y la necesidad de repensar las comunidades en las que se inserta, tomando conciencia de las relaciones que se deben mantener con las personas de otras confesiones u otras denominaciones cristianas.
Sor Ruth, retomando una cita de Gianfranco Bottoni, Responsable de Ecumenismo y Diálogo de la archidiócesis de Milán, citó este pasaje: “Carlo Maria Martini en el año 2000 recordaba que Madre Teresa de Calcuta, cuando se le preguntó sobre su relación con otras religiones, respondió que “amaba” todas las religiones, pero estaba “enamorada” de la suya, es decir, del evangelio de Jesús, que es el corazón de la fe cristiana.
Aquí creo que se deba buscar la relación interreligiosa por parte cristiana. Si no sabes amar a los demás con sus diferencias religiosas y culturales es porque no estás enamorado de Jesucristo y de su mensaje. Y quienes están enamorados de él pueden seguir al Maestro por el camino de la hospitalidad evangélica. Sería una forma radicalmente nueva de pensar e implementar la misión y el diálogo. Nuevo para la historia centenaria del cristianismo, pero fiel a la inspiración original de la novedad del acontecimiento cristiano”.
Con su testimonio, el cardenal López Romero Cristóbal y la hermana Soad Khalil transmitieron la pasión por el Reino de Dios expresada a través de una presencia humilde, discreta, que ama al otro tal como es.
El cardenal habló de la experiencia de diálogo interreligioso que vive a diario en Marruecos, concretamente entre islam y cristianismo, a través de cuatro características, la primera relativa a las relaciones: “Lo primero que quiero decir es que el diálogo no es una tendencia, ni una estrategia. No es que dialogemos para atraer gente a nuestros círculos, sino que lo vivamos como una profunda experiencia de fe. Cuando hablamos de diálogo interreligioso, no debemos pensar principalmente en congresos, encuentros, debates teológicos en los que hay algunos musulmanes y algunos cristianos, sino que es algo que se vive en la vida cotidiana”.
“La segunda dimensión es el diálogo de las obras, es decir, el trabajar juntos. Trabajar juntos para hacer de los derechos humanos una realidad. Por la promoción de la mujer, por la abolición del trabajo infantil, en el ámbito educativo, social, sanitario, cultural… Un mundo que para nosotros los cristianos es el Reino de Dios, para los musulmanes será el mundo que Dios quiere o la voluntad de Dios puesta en práctica.
Una tercera dimensión es el diálogo de la fe, el diálogo de Dios o de la experiencia religiosa, que consiste en compartir lo que cada uno vive. ¿Cómo rezas, cómo rezo yo? Finalmente, la cuarta característica es la oración, la dimensión mística. Orad juntos, aunque cada uno a su manera. El diálogo interreligioso y el diálogo es hoy el camino que podemos anunciar”.
La hermana Soad – que eligió “Dios es amor” como lema de su vida – comienza su testimonio diciendo que “el diálogo comienza desde mi relación con Dios” y que “amando al otro tal como es, respetándolo por lo que es, hace mucho”. Y continúa: “En mi vida siempre busco cosas que unan y no que dividan. Por eso debo y debemos sembrar la paz, sin mirar raza ni color ni religión”. Hablando de la Escuela de Nazaret, con 1.400 alumnos, mitad cristianos y mitad musulmanes, dice: “Verdaderamente aquí vivimos como en familia, fraternalmente, con respeto, aceptando a los demás tal como son”.
Los encuentros fueron animados y asistieron con gran interés unas 300 FMA de todos los continentes, siempre felices de poder encontrarse.
También esta vez varias comunidades han elegido el momento de animación del Ámbito como un momento de formación misionera comunitaria permanente.
Las participantes, que expresaron el deseo de encontrarse más a menudo, dado que estos momentos reviven la pasión misionera del “da mihi animas coetera tolle”, expresaron su agradecimiento por el aporte de reflexión recibido, con el deseo de continuar la misión sintiendo la presencia de María Auxiliadora a su lado. Una misión que, antes que enseñar, animar y proponer actividades, es la de ser signos, testigos y portadores del amor de Dios hacia los jóvenes.
Gracias por Educarnos al respeto de la persona… El dialogo es un Puente para encontrarnos y caminar… Y cultivar una sana convivencia… Sor Aida