Bollington (Gran Bretaña). Del 16 al 18 de febrero de 2024, en la Casa Savio, casa de espiritualidad de los Salesianos de Don Bosco de la Inspectoría Santo Tomás de Canterbury (GBR), la Inspectora, Sor Pauline Clark y la Secretaria de la Inspectoría Santo Tomás de Canterbury (GBR), sor Elizabeth Purcell, compartieron la espiritualidad de Madre Mazzarello con los Salesianos en formación inicial de la Inspectoría SDB. En el encuentro participaron 21 hermanos de diferentes partes del mundo, entre ellos el P. Francis Preston, Delegado inspectorial para la Formación, y el P. Martin Poulson.

La primera noche fue una oportunidad para conocerse, orar juntos y exponer las expectativas y los temores de cara al fin de semana. El sábado por la mañana comenzó con un ejercicio sencillo, que se convirtió en el punto de partida del día: escribir tres elementos conocidos sobre María Mazzarello. El “Espíritu de Mornese” fue compartido desde un punto de vista histórico, perfilando los roles de Don Pestarino, María Domenica Mazzarello y Don Bosco, mientras el Espíritu Santo flotaba sobre el pueblo de Mornese, reviviendo en lo femenino el mismo carisma que Don Bosco vivió en Turín.

Luego, durante la mañana, reflexionamos juntos sobre los Carismas, como don del Espíritu a la Iglesia. Es un don recibido de una persona que tiene una pasión viva por una de las dimensiones de la vida de Cristo, una contribución original a la Iglesia, en un tiempo y lugar determinado, algo que antes no estaba y faltaba…

Cuando estas personas se encuentran se produce una fusión de espíritus: cuando María Mazzarello, en 1864, encontró a Don Bosco en Mornese, dijo haber oído “el eco de un lenguaje que sentía en el corazón pero que no podía explicar”. Se compartieron así algunos aspectos distintivos del modo de vivir el carisma femenino, antes de invitar a los hermanos a compartir cómo la historia de las FMA se conecta con su historia SDB. El compartir en la asamblea fue profundo y regenerador.

Por la tarde, los Salesianos fueron invitados a conocer a María Mazzarello a través de sus Cartas. A cada grupo se le entregó una carta específica para reflexionar y comunicar sus primeras impresiones a la asamblea. La experiencia fue muy significativa para los hermanos, quienes resaltaron la cercanía, el amor sincero y el interés por cada hermana, tan evidente en sus Cartas. Para algunos fue el momento más fuerte del fin de semana.

La mañana del domingo estuvo dedicada a un tiempo de reflexión personal para mirar a las mujeres que han tenido un rol en la propia infancia y adolescencia y dar gracias por el don de estas personas. Luego se continuó con el trabajo en grupo, para reflexionar sobre cómo esta experiencia de relación con las mujeres influye en el modo de relacionarse con las mujeres hoy y con las FMA en sus propios contextos. Compartir lo que meditamos abrió un diálogo profundo, enriquecido por la diversidad de orígenes de los participantes.

Los momentos de oración, hermandad, diversión y charlas informales fortalecieron el espíritu de familia y coronaron el trabajo de profundidad. El fin de semana terminó con la Celebración conjunta de la Eucaristía. Todos los participantes regresaron a sus comunidades enriquecidos por el conocimiento de Madre Mazzarello y más conscientes del papel femenino en la Iglesia y de las FMA dentro de la Familia Salesiana.

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