Filipinas. El 24 de octubre de 2021 se llevó a cabo el 2° Congreso online dirigido a las familias, organizado por la Fundación Laura Vicuña (LVF) partnership entre el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora y profesionales/colaboradores laicos para afrontar las necesidades y los problemas de los chicos de la calle, de la Inspectoría S. Maria D. Mazzarello (FIL), con el título: “Online Patnubay (orientación)”, con el fin de ofrecer a las familias un acompañamiento en la navegación online.

En el Congreso estaban conectados online más de 960 participantes pertenecientes a las Comunidades del programa de protección de los niños (CPC) de la Fundación Napindan Taguig di Brgy, Judge Jimenez, Marikina, Culiat, Hen, Uno Cavite, Hillcrest, Botocan y Pinagkaisahan de Quezon City, Baccood, Sta. Mesa, Manila y Palawan.

Sor Maria Victoria Santa Ana, FMA, Administradora Delegada de la Fundación Laura Vicuña, en el discurso de apertura presentó las finalidades del Congreso, con el objetivo principal de reforzar los lazos entre las familias de las Comunidades LVF.

En segundo lugar, puso en evidencia cómo los padres y las personas ancianas de las Comunidades son los principales colaboradores de la Fundación en la protección y en el cuidado del crecimiento de los/las niños/as y de  los jóvenes. Los padres, en especial, tienen un rol fundamental en la guía de los hijos en el uso consciente de Internet y en el monitorear sus actividades online. La pandemia de la Covid-19 ha traído nuevas modalidades en las relaciones e interacciones y, con la instrucción online, los/las niños/as están sobreexpuestos a grandes flujos de información y  corren el riesgo de ser víctimas de  la ciberdelincuencia (Cybercrimen).

La Sra. Carolyn Thor, Voluntaria de LVF, ilustró a los participantes la “Ley de Prevención del Delito Cibernético de 2012” (R.A.10175), una ley en vigor en las Filipinas que afronta las cuestiones legales y las normas penales relativas a las actividades online. Entre las causas que pueden conducir a los jóvenes navegadores a crímenes informáticos, citó: la curiosidad, el deseo de aventura, los problemas económicos y la falta de orientaciones por parte de los padres, que pueden conducir a estafas, chantajes, problemas de seguridad y, sobre todo, a sufrir traumas emocionales y daños en la reputación. Además describió los distintos tipos de crímenes informáticos e informó a padres y jóvenes sobre las sanciones penales a que se arriesgan.

Para prevenir los daños ligados a comportamientos no responsables, sugirió seguir el acrónimo T.H.I.N.K. antes de publicar o de clicar sobre cualquier cosa en Internet, para entender si lo que quieres publicar es verdadero (True), útil (Helpful), estimulante (Inspiring), necesario (Necessario) y amable (Kind). Además aconsejó vivamente añadir a los propios contactos sólo a las personas que se conocen directamente, no compartir nunca fotos personales, proporcionar los propios datos sensibles con consciencia y responsabilidad y limitar el tiempo transcurrido ante la pantalla.

Los padres expresaron su intención de comunicarse más con sus hijos y de involucrarse más en sus actividades, especialmente en las actividades en línea.

Los jóvenes reconocieron que el lockdown y la falta de movilidad debidos a la pandemia han dado lugar a la oportunidad de aprender algunas habilidades prácticas importantes para la vida y de dedicarse a hobbies sanos como la lectura.  Por su parte, optaron por comprometerse a no visitar páginas web inseguras y a escuchar las sugerencias de sus padres.

En la clausura del Congreso, sor Maria Victoria recordó la importancia de ser fuertes y unidos en la salvaguardia de la integridad de la persona y de la protección de los hijos en la navegación online, para poder vivir el sueño de Dios acerca de cada familia.

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