Turín (Italia). Del 30 de marzo al 2 de abril de 2023 en Turín, Valdocco, más de cien Exalumnas de las Hijas de María Auxiliadora de toda Europa, con las Delegadas FMA, se reunieron para participar en la  Convención Europea de la Confederación Mundial Mornese de Exalumnas de las Hijas de María Auxiliadora sobre el tema “Somos Familia que escucha e interactúa en la red”.

Sor Graziella Curti, Delegada FMA de la Federación “Sagrada Familia”, cuenta así la experiencia:

Reencontrarnos después de algunos años de separación hizo estallar nuestra alegría y el descubrimiento de seguir fascinadas y atentas a todo ese mundo de valores aprendidos y vividos en el mundo salesiano. El saludo enviado por Madre Chiara Cazzuola, Superiora General del Instituto de las FMA, nos indicaba, a través de las palabras de Don Bosco, el don de este encuentro: Estar en muchos juntos aumenta la alegría, sirve de estímulo para soportar las dificultades… se comunica al otro el propio saber, las propias ideas y así se aprende del otro. Ser muchos haciendo el bien nos anima sin darnos cuenta (MB Vol. VII p. 602).

Fuimos recibidos por la Hna. Leslie Sándigo, Consejera General de la Familia Salesiana, la Hna. Gabriela Patiño, Delegada Mundial, María Carmen Castillón, Presidenta de la Confederación Mundial de Antiguos Alumnos/FMA, y otros Consejeros Confederales. Inmediatamente comenzamos a tejer la red y a disfrutar de esos frutos típicos que distinguen a la Familia cuando se encuentra y se reconoce en su actualidad.

Una sorpresa fue la visita de la Dra. Gianna Pentenero, Consejera para la Familia, las Políticas Sociales y el Trabajo de la Región Piamonte, que expresó su solidaridad con nosotros y con el espíritu salesiano, especialmente, en lo que se refiere a nuestra acción en el campo educativo. Consideramos muy oportuno este comienzo de nuestra Conferencia, que nos recuerda el estilo de Don Bosco, siempre abierto a la colaboración con el mundo civil y político.

La tarde continuó con la presentación de los objetivos de la Convención, con los que hemos querido recuperar, en este tiempo de dificultades relacionales, el profundo clima de Familia que nos enseñaron nuestros Fundadores.

El 31 de marzo, primer día de la Conferencia, escuchamos la ponencia a dúo sobre “La belleza de ser familia y la llamada al cuidado”, presentada por Sor Linda Pocher, FMA, Profesora de la Pontificia Facultad “Auxilium”, quien relató, casi parafraseando al Papa Francisco, el sentido profundo del lenguaje del cuidado. Un lenguaje que es nuevo porque hace poco que se habla de él, pero también tan antiguo como el mundo, porque está ligado a la actitud de la madre y de quien presta atención y amor a la vida. El término se refiere, de modo claro y autorizado, a Jesús, que revela su cuidado por los pequeños y los pobres, cura a los enfermos, resucita a los muertos, perdona a los pecadores.

En la misma línea, la intervención de Simona Ameglio, Exallieva del Piamonte, miembro del Consejo Confederal, que reiteró la necesidad de realizar en la vida cotidiana esa actitud de cuidado que hace del otro un ser autónomo, un compañero, con el estilo concreto de nuestros Fundadores, es decir, la mirada buena y positiva que ayuda a tender la mano a quien lo necesita y a actuar en consecuencia. Uno no puede curarse a sí mismo, pero quien ha sido curado, se convierte él mismo en sanador. De ahí la belleza de la comunidad, en vivir la pertenencia como testamento de quienes nos han precedido en la Asociación.

El mismo tema del entretejerse de las relaciones fue propuesto por Federica Storace, educadora y escritora, Exallieva de Génova. El pistoletazo de salida lo dio una canción de Ivano Fossati sobre el tiempo, un tiempo hecho de valores carismáticos, con fuertes raíces, pero destinado a avanzar hacia el futuro y a emocionarnos.

Se abrió así una mirada a la memoria en la que destacaron Don Bosco y Maria Domenica Mazzarello, maestros de familia, comunicación, fraternidad y escucha. Se prestó especial atención a las potencialidades del ser mujer, hasta llegar a la pregunta que invita a la reflexión, al discernimiento: Y nosotras, hoy, ¿qué clase de mujeres somos, hasta qué punto sabemos mantener la esperanza de que la masa en la que ponemos nuestras manos, nuestras almas, nuestro tiempo, suba y se convierta en pan?

Una respuesta a esta pregunta surgió inmediatamente del relato de la experiencia vivida por la Federación de Cerdeña. “Narrar es engendrar” sugiere un biblista contemporáneo, y esta dinámica se hizo realidad al escuchar a las hermanas sardas que nos introdujeron en su historia, una red que en poco tiempo despertó tantas energías latentes, dando a los jóvenes una acogida como en Valdocco.

La palabra familia ha sido, en efecto, el mantra de nuestros días de convención. En los últimos compases de nuestra narración y en el menú de las reuniones había una invitación que intrigaba. Se trataba de escuchar un intercambio de experiencias entre dos autorizadas Exallieves: la periodista Marina Lomunno, de Turín, y la conferenciante y escritora Federica Storace, de Génova. Escuchamos experiencias de atención a los más jóvenes y a los más pobres, especialmente a los presos. Es un poco el descubrimiento de una feminidad emprendedora, curiosa y valiente que dos mujeres de corazón sensible y solidario demuestran cada día en el desempeño inteligente de su profesionalidad.

Mirando la conclusión de la convención, no podemos olvidar el apoyo en la coordinación por parte del P. Michele Molinar, salesiano de Don Bosco, Vicario de la Circunscripción Especial Piamonte y Valle d’Aosta Maria Ausiliatrice (ICP), del equipo de comunicación salesiano de Turín que ayudó a gestionar la posibilidad de participación online, y la simpatía del Salesiano Cooperador Italo Canaletti, que animó la asamblea, ayudando a escuchar con atención y alegría.

Durante la Conferencia, muchos fueron los “complementos animosos” que nos acompañaron en la reflexión, y también en la alegría: canciones, oración, veladas familiares, bingo, etc. Valdocco demostró una vez más ser la casa donde vivimos con sencillez, donde nos reunimos y proyectamos el bien de los jóvenes.

En el sueño de los seis nudos

Llegó el momento de concretar nuestro sueño: al igual que Don Bosco, que veía más allá, manteniendo los pies en la tierra, también nosotros nos comprometimos a ser concretos y a dar voz y voluntad al Carisma que llevamos en el corazón. Divididos en grupos, incluso muy heterogéneos, hemos llegado a una sorprendente unidad:

– Salir de los confines de nuestra Asociación local y trabajar en red con otros grupos laicos.

– Hacer visible la Asociación y hacernos reconocibles en la zona, identificando espacios de actividad que resultaran atractivos también para los miembros más jóvenes.

– Seguir el camino de los seis nudos que nos ha legado la pequeña pero gran realidad de Cerdeña.

Y finalmente, el llamamiento que nos llega de Mornese, de María Mazzarello, llamada por María Auxiliadora, para el bien de los jóvenes: “A ti te los confío”.

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