Turín (Italia). en Turín, del 1 al 4 de febrero de 2018, tuvo lugar el curso formativo para las neo directoras, promovido por la Conferencia Interinspectorial Italiana (CII) y coordinado por el Equipo nacional para la Formación.

Las participantes, casi unas treinta Directoras procedentes de las siete Inspectorías italianas, pudieron profundizar el tema “Corresponsabilidad y subsidiariedad en la praxis del gobierno” junto con personas de gran experiencia y capaces de implicarse en este evento: el Rector Mayor emérito, don Pascual Chávez, y don Enrico Lupano SDB; Sr. Anna Razionale, Sr. Cristina Festa y Sr. Anna Avenia; ésta última llevó a cabo la organización de las jornadas.

Las jornadas fueron intensas y ricas en estímulos para el crecimiento personal y comunitario y, por supuesto, potenciaron la reflexión en torno a una vida de mayor radicalidad evangélica.

Cada jornada se abrió con un momento de plegaria que evidenciaba para el cristiano qué significa vivir el deber de autoridad y su relación con el “servicio”, a imitación de Jesús, que se hizo siervo obediente del Padre hasta el final. Por la noche, después de la presentación de fines y objetivos, había un momento de adoración para confiar al Señor de la vida y de la historia todas las aspiraciones de bien que animan y sostienen el camino de cada comunidad religiosa.

En la jornada del viernes, la intervención de Don Pascual, articulada en dos momentos muy intensos, puso el acento en la necesidad de cuidar de la propia vocación y de la de cada hermana de la comunidad, porque, al igual que don Bosco y Madre Mazzarello, “sois llamadas a ser madres, hermanas y amigas de todas las personas que el Señor os confía y pone en vuestro camino”. Cada directora, en efecto, está llamada a ser constructora y cuidadora de la comunión promoviendo confianza, escucha, corresponsabilidad y subsidiariedad.

El día siguiente, iniciado con la Celebración Eucarística en las habitaciones de Don Bosco, permitió confiar al Santo de los jóvenes la búsqueda de caminos nuevos para favorecer la implicación y la subsidiariedad, al estilo salesiano. La mañana, en efecto, contó con una comprometedora actividad de trabajo (¡ la construcción, en colaboración, de la “torre del poder” !) – guiada por Sr. Anna Razionale –, que nos llevó a reflexionar sobre la asignación de las varias responsabi9lidades en comunidad y cómo favorecer la coordinación y el flujo comunicativo, en vistas a la realización del fin común y compartido, es decir, la construcción de la comunidad educativa salesiana. Por la tarde, acompañadas por Don Enrico Lupano, hicimos la visita a los lugares del “corazón” de Turín, con la intención de hacer emerger el rol de guía y maestro de Don Bosco para los primeros salesianos. El recorrido realizado dejó en el corazón de cada una el deseo de ser siempre más – como decía san Francisco de Sales – capaces de hacer todas las cosas sólo por agradar a Dios y de encontrar las estrategias más idóneas para favorecer la implicación de las hermanas, los jóvenes y los laicos en la realización de la misión salesiana común. Común en la complementariedad de los roles y de los encargos, conscientes de que la meta final es llegar al Paraíso, como ha prometido Don Bosco: “Un pedazo de paraíso lo arregla todo”, y “Pan , trabajo y paraíso…”

La clausura de la jornada en la Basílica de María Auxiliadora, en las tumbas de los Rectores Mayores, ha unido las múltiples y variadas experiencias en un gracias por la estupenda Familia Salesiana y por la historia que se ha construido y que ahora se está viviendo.

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