Roma (Italia). Del 7 al 27 de febrero de 2024 se celebró en Roma, en la Casa Generalicia del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, el Congreso para Maestras de Novicias organizado por el Ámbito de Formación del Instituto, sobre el tema: “Ser maestra de novicias hoy: ¿cómo acompañar y personalizar la formación activando nuevos procesos formativos?”.

El evento contó con la participación de 23 personas – 21 maestras y 2 formadoras – de diferentes partes del mundo, unidas por el deseo de mejorar sus habilidades formativas a la luz de los desafíos emergentes y las necesidades cada vez más complejas de las nuevas generaciones. El objetivo principal del Congreso fue promover una formación integral de las novicias, centrada en la persona y acompañada por la comunidad formativa.

La  Comunidad María Auxiliadora  de Casa Generalicia acogió a las participantes con el típico espíritu de familia salesiana, haciéndolas sentir “como en casa”, como evidenciaron las participantes al expresar su gratitud.

En la jornada inaugural, el 7 de febrero, Sor Nilza Fátima de Moraes, Consejera para la Formación, en su discurso oficial de apertura y presentación de la Conferencia, ha introducido los trabajos de la siguiente manera: “En estos días, estamos invitadas a dejarnos implicar en la búsqueda de nuevos caminos carismáticos, para elaborar síntesis vitales que den más calidad a nuestro servicio como formadoras de las nuevas generaciones de FMA, haciendo la formación más personalizada”.

La Superiora General del Instituto FMA, Madre Chiara Cazzuola, en su intervención retomó las palabras del Discurso del Papa Francisco a las participantes en el 24º Capítulo General, el 22 de octubre de 2021: “Despertar la frescura original de la fecundidad vocacional del Instituto”. Durante el Congreso, esta fue una perspectiva clave para responder a las necesidades del mundo actual. En esta óptica, la Madre presentó el Art. 92 de las Constituciones del Instituto, subrayando algunas características de la Maestra de novicias: es una persona de comunión; una mujer de relaciones, de salesianidad; una comunicadora de Dios; es capaz de caminar en el tiempo. El acercamiento a la Carta 18 dirigida a la novicia Laura Rodríguez, para admirar la concreción, la sabiduría y la capacidad de relacionarse de Madre Mazzarello, fue un momento de inspiración adicional para el servicio de las Maestras.

También fueron valiosas las intervenciones de Sor Piera Cavaglià, ex Secretaria General del Instituto, sobre la figura de Madre Mazzarello como guía espiritual, que nos hicieron reflexionar sobre las primeras maestras de novicias.

Sor Pina del Core, ex decana y profesora emérita de la Pontificia Facultad de Ciencias de la Educación “Auxilium”, en sus diversas intervenciones acompañó al grupo, con su presencia tanto profesional como fraterna, hacia una comprensión más profunda de los procesos de formación y de los modelos formativos.

Con Sor Milena Stevani, Profesora Emérita de la Facultad Auxilium, se abordaron algunos temas relativos a la maduración afectiva y a las dinámicas interpersonales que se activan durante el noviciado. Bajo su guía, como Maestras, comprendimos la importancia de ser personas que, en contacto con sus propias experiencias, ayudan a las novicias a tomar conciencia de la necesidad de realizar un camino personal.

Y así, cada orador “iluminó” algún aspecto importante de la formación. Las sabias palabras del Padre Amedeo Cencini, psicólogo y formador canosiano, nos hicieron percibir el papel actual de la Maestra: “Hoy la formación consistirá en ayudar a la novicia en su deseo de crecer, pero sin ponerse en el lugar de la joven. Como mujer adulta, y adulta en la fe, la novicia debe leer todo el mosaico del carisma, descubriendo en él lo que quiere ser, lo que la atrae, lo que desea y elige que es verdadero, bello y bueno, renunciando a todo lo que no refleja estos valores“.

Con Sor Piera Ruffinatto, Decana del Auxilium, buscamos respuestas a los desafíos de “cómo dar calidad a nuestra presencia en la comunidad del noviciado y cómo expresar la propia identidad educativa” en este lugar. Así surgió la importancia de dejarnos interpelar como comunidad por la presencia de jóvenes en formación y acogerlas con esperanza y optimismo, viendo en ellas el futuro del Instituto, sin ceder a la tentación de los números y de la eficacia.

Un tiempo precioso fue el de  las Buenas Noches, incluidas las de la Madre Emérita, Sor Yvonne Reungoat, y de las Consejeras Generales, y la escucha de la Madre que, compartiendo su vida y sus responsabilidades con el Ámbito y en su servicio, confirmó a las Maestras en la certeza de un  camino sinodal  recorrido junto con toda la Iglesia.

Del 19 al 25 de febrero, el Congreso cambió de sede, para vivir un rápido regreso a los lugares de origen: Turín, Niza y Mornese. En Niza pudieron participar en el Convenio sobre Madre Caterina Daghero, con ocasión del centenario de su muerte, respirando “profundamente” el carisma, con el deseo de poder actualizar, al regreso a sus noviciados, el mensaje de vida y el servicio de autoridad de Madre Daghero.

Durante la peregrinación, Sor Carla Castellino, Directora de Casa Generalicia, presentó el tema de la conversación personal y, gracias a la intervención de Sor Linda Pocher, que describió a la Madre de Dios como una “peregrina que camina con nosotros“, las Maestras pudieron caminar más conscientemente con María.

Una de las maestras, Sor Luisa Menozzi, recuerda con gran gratitud los días vividos en los lugares de origen: “Los días en Mornese, Niza y Turín nos permitieron recoger, ante nuestros santos, sentimientos y pensamientos, contenidos y experiencias vividas juntas en este tiempo de formación y, deteniéndonos en el altar de Don Bosco y de Madre Mazzarello,  o bajo la imagen de la Auxiliadora, llevar y confiar nombres e historias, expectativas y esperanzas”.

Las voces de las participantes en el Congreso testimonian que el tiempo de gracia vivido, dedicado a la escucha y a la reflexión, ciertamente generará buenos frutos, como expresa Sor Adline Clergé de Haití: “Este Congreso ha sido para mí un tiempo de gracia, un tiempo de renovación vocacional. Al final de esta experiencia, me siento habitada por este gran deseo de cultivar más los mismos sentimientos de Jesucristo, de hacerme más humana y más cristiana, en la vida cotidiana y en el acompañamiento personalizado de cada novicia”.

La hermana María Angelita Gómez, de Timor Oriental, dice: “Para mí, fue una experiencia muy rica. Volver a Turín, Mornese y Niza con los ojos de maestra de novicias, significó para mí una renovación en nuestro carisma, una nueva oportunidad para sacar el espíritu salesiano directamente de las fuentes, no solo para mí, sino también para transmitir a las jóvenes novicias la belleza y el entusiasmo, la alegría que brotan de él”.

A partir de la experiencia del Congreso, las participantes captaron la importancia del acompañamiento, que trasciende cualquier proyecto personal y se inscribe en una llamada de amor en la lógica del “A ti te las Confío” y del “Da mihi animas coetera tolle“. Palabras que, en el silencio y en la oración en los lugares de los Santos Fundadores, resonaron con mayor intensidad en el corazón de las Maestras, susurrando en ellas pensamientos entusiastas en relación con la misión entre las jóvenes en formación.

Foto: Flickr FMA

2 COMENTARIOS

  1. Tante grazie per la formazione di qualità per le maestre delle novizie al benefice delle novizie. Che il Signore benedica la madre e il suo consiglio.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.