Roma (Italia). El 21 de abril de 2022 las Hijas de María Auxiliadora de la Comunidad Madre Ersilia Canta de Roma, de la Visitaduría Maria Madre della Chiesa (RMC), vivieron una jornada formativa de visita a la Casa Generalicia del Instituto FMA (RCG). Se trata de una visita que entra en el camino formativo del Curso de Espiritualidad, integrando diversos elementos profundizados y estudiados en las diversas enseñanzas del bienio.
La Casa Generalicia es la casa de la acogida y de la irradiación de la misión del Instituto de las FMA en todo el mundo. Es la casa de la Madre general y de su Consejo, con una Comunidad intercultural que acoge a hermanas procedentes de los 5 continentes, al servicio del Instituto o que están de paso para cualquier misión o tiempo de formación. Acoge además a algunas FMA y religiosas de otras Congregaciones estudiantes en la Universidad de Roma, a las neo-misioneras que se preparan para la misión ad gentes y a hermanas al servicio de la casa, de la Madre general y de los diversos Ámbitos de animación del Instituto.
Las estudiantes de Casa Canta pudieron visitar el Archivo y la Secretaría General del Instituto, la Exposición del carisma, la Exposición mariana, las oficinas del Ámbito para la Comunicación social, con la Consejera general sor Maria Ausilia De Siena y sus colaboradoras, y sobre todo reunirse con muchas hermanas que viven la misión que se les ha confiado con un fuerte sentido de pertenencia y amor al Instituto.
Sor Carla Castellino, Directora de la Comunidad Maria Ausiliatrece, acogió calurosamente al grupo y dio a conocer la misión y la composición de la Comunidad.
La Madre general emérita, sor Yvonne Reungoat, les dirigió después la palabra, animándolas a vivir este período del curso de Espiritualidad como oportunidad para prepararse mejor a la misión y a estar abiertas a las necesidades del Instituto. En el contexto de las fiestas pascuales, recordó que la espiritualidad salesiana es siempre una espiritualidad marcada por el misterio pascual de muerte y resurrección.
A continuación, sor María Luisa Nicastro, Secretaria general y sor Piera Cavaglià, Secretaria emérita, guiaron al grupo en la visita al Archivo histórico y a la Secretaría general. Fue un momento solemne, en que se pudo comprobar, con el corazón y con la mente, el cuidado y la atención a la documentación necesaria para la historia del Instituto, a las fuentes correspondientes a las FMA, las Inspectorías, las comunidades y las obras educativas.
Todos los documentos vistos y contemplados son testimonio de la historia viva de 150 años, del cuidado del Instituto para que la historia vivida esté documentada, custodiada, profundizada, y pueda ser utilizada para estudios y para contar una historia viva y actual de un carisma que se ha encarnado en la historia.
Por la tarde, se realizó la visita guiada a la Exposición del carisma y a la Exposición mariana. Sor Angela Marzorati, colaboradora de la Secretaria general, guió a las estudiantes en la contemplación del Carisma hecho “visible” por medio de las fuentes y la historia del Instituto narrada a través de muchos rostros, nombres, símbolos, imágenes, objetos, sonidos, documentos, que hablan de un don de amor para las jóvenes y los jóvenes.
Esta experiencia hizo recordar las palabras de San Juan Pablo II, en la Exhortación apostólica Vita consecrata: “¡Vosotras no tenéis sólo una gloriosa historia para recordar y para contar, sino una gran historia que construir! Mirad al futuro al cual el Espíritu os proyecta para hacer con vosotras aún grandes cosas” (VC 110). Y trajo también a la memoria el mensaje del Papa Francisco en la visita a las Capitulares, el 22 de octubre de 2021: “el carisma no es una reliquia embalsamada, no es un museo. El carisma es una realidad viva; es vida que crea y avanza. Todo ello requiere la fidelidad creativa (cf Actas del CG XXIV, 132)”.
Hacia el final de la visita, la Madre general del Instituto FMA, Sor Chiara Cazzuola, se reunió con las FMA y dejó su mensaje: habló de la alegría experimentada cuando por primera vez tuvo entre las manos un documento original de Don Bosco en el cual él escribía a las FMA, y se dio cuenta así de la importancia de custodiar los documentos que cuentan la historia del Instituto. Por esto destacó la importancia del Curso de Espiritualidad que no es sólo una experiencia de estudio, sino de vida: las Inspectorías, las hermanas, los laicos y los jóvenes esperan que todo lo que se ha profundizado y vivido se comparta. Finalmente, auguró a todas que sean FMA felices, que den con entusiasmo la propia vida a Jesús y a los jóvenes.
Para concluir, la Vicaria general, sor María del Rosario García Ribas, compartió la experiencia de los primeros pasos del nuevo Consejo general durante el pleno recién concluido, en el cual fue elaborada la Programación del sexenio. La palabra central de su mensaje fue “sinodalidad”, experiencia que las Consejeras con la Madre han vivido durante el pleno y que dejan como consigna para vivir en las Comunidades: trabajar en sinodalidad puede requerir más tiempo, pero es fruto de un camino construido juntas, compartido en comunión, garantía de fecundidad. Las estudiantes expresaron un especial agradecimiento a sor Piera Cavaglià, que había organizado la jornada y sobre todo compartido con entusiasmo y pasión su experiencia, sabiduría de vida y amor al instituto.
El teólogo Timothy Radcliff escribe que “fin fundamental del estudio es la adquisición de una memoria. Y esto no tanto para conocer una cantidad de datos: estudiamos el pasado para descubrir en él las semillas de futuro que no podemos imaginar” (Cantate un canto nuovo, Bolonia, EDB 2002, 72). De aquí, el augurio a las FMA estudiantes de que la experiencia vivida, los diversos encuentros y todo lo que se ha podido contemplar, refuercen siempre más en ellas la alegría de pertenecer al Instituto y a la vocación salesiana, abriéndolas a una memoria agradecida, a la esperanza y a la audacia de cara al futuro, sobre las huellas dejadas por las valientes FMA que las han precedido en el camino de la historia.
