Roma (Italia). Don Bosco no dejó el culto a María Auxiliadora sólo a la devoción espontánea: le dio estabilidad con una Asociación que tomó de Ella su nombre. Los testigos directos vieron, después de las dos congregaciones religiosas: los Salesianos y las Hijas de María Auxiliadora y la Asociación de los Salesianos Cooperadores, en la Asociación de Devotos de María Auxiliadora (ADMA) una de las iniciativas más queridas por Don Bosco y una de las más resonantes.

Fue Mons. Ottaviano Riccardi, arzobispo de Turín, quien aprobó la formación de ADMA el 18 de abril de 1869. Don Bosco atribuyó el nacimiento de la Asociación a las repetidas peticiones provenientes de todo el mundo y de personas de todas las edades y condiciones durante y después de la construcción y consagración de la Basílica de Turín.

Además de ser una Asociación fundada por Don Bosco, es uno de los 32 Grupos de la Familia Salesiana, una asociación laical, un itinerario de formación, santificación y apostolado salesiano, un camino compartido de defensa y testimonio de la fe católica; un grupo que vive y propaga el culto a Jesús en la Eucaristía. Formar parte de ADMA significa seguir un camino de santificación y apostolado según el Carisma de Don Bosco, tomando como Madre y modelo a María Auxiliadora.

Actualmente, la Asociación ADMA está presente en América, África, Asia y Europa, en muchas parroquias salesianas y diocesanas y en numerosas obras de las Hijas de María Auxiliadora, con más de 3.000 miembros. Es sorprendente la compromiso de los jóvenes en el camino espiritual de ADMA, para que puedan experimentar la maternidad de la Iglesia y de María. También es intensa la acción pastoral y educativa con las parejas jóvenes y las familias. En 2003 la Santa Sede aprobó el Reglamento renovado, como testimonio de la vitalidad de la Asociación, que desea caminar en sintonía pastoral y espiritual con la Iglesia y con la Familia Salesiana.

Con motivo del 155º aniversario de ADMA, sor Lucrecia Uribe, FMA, Animadora a nivel mundial de ADMA y colaboradora del Sector Familia Salesiana del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, en una entrevista describe sus aspectos generadores, perspectivas y desafíos.

“María ha sido una presencia continua, profunda y decisiva en la vida de Don Bosco como sacerdote, como educador y como fundador. (…) La experiencia mariana de Don Bosco consiste en una percepción casi perceptible de ser hijo de María, guiado y sostenido por ella a lo largo de toda su vida. Sobre la base de esta certeza, construye su vida y su misión. Esta experiencia está también en el centro de su método preventivo, destinado a hacer de los jóvenes verdaderos hijos de Dios con la ayuda de María”. La relación especial de Don Bosco con María está indisolublemente ligada a Mamá Margarita, que supo orientarlo “a una devoción mariana sencilla y vital, lejos de teorizaciones, hecha de gestos concretos”.

En la entrevista, Sor Lucrecia habla de proyectos futuros, vinculados en particular al IX Congreso Internacional de María Auxiliadora que se celebrará en Fátima, Portugal, del 29 de agosto al 1 de septiembre de 2024:

La Asociación de María Auxiliadora está experimentando actualmente un fuerte dinamismo de crecimiento en varios países del mundo, especialmente en Asia y América. Es bien conocido el compromiso que han asumido muchas Hijas de María Auxiliadora para llevar adelante la orientación presente en las Actas del XXIV Capítulo General: dar a conocer, difundir y multiplicar los Grupos Marianos inspirados en Don Bosco. Por lo tanto, el Congreso representa un importante momento de celebración para acoger a los diferentes miembros de la Familia Salesiana y profundizar juntos el mandato que Juanito recibió en el sueño de los 9 años: ‘yo te daré la Maestra'”.

Con respecto a los desafíos, la Animadora Mundial destaca la importancia de identificar los caminos concretos más adecuados a las realidades locales para concretar la espiritualidad mariana. Otro desafío está en la relación intergeneracional, entre jóvenes y adultos, sobre la que Don Bosco solía decir: “Recuerden que con la ayuda de María Santísima, debe caer esa barrera de desconfianza que el demonio ha sabido levantar entre jóvenes y superiores y de la que sabe aprovecharse para la ruina de ciertas almas”.

Rosario 155° de ADMA

Sitio web de ADMA

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