Roma (Italia). Del 5 al 26 de julio de 2022, en Roma, veinte Hijas de María Auxiliadora de la Conferencia Interinspectorial Medio Oriente Europa (CIME) y provenientes de los Estados Unidos, vivieron el tiempo formativo del Primer Mes del Segundo Noviciado acompañadas de sor Roberta Tomasi de la Inspectoría Gesù Adolescente (MOR), sor Anna Trotti de la Visitaduría Maria Madre della Chiesa (RMC) y sor Elena Ongarato de la Inspectoría Triveneta S. Maria D. Mazzarello (ITV).
“En un clima de oración y de reflexión”, las junioras pudieron ver su propia vida “a la luz del Espíritu Santo” (C98), para disponerse siempre mejor al “sí” para siempre.
En el camino recorrido durante el mes, acompañado de la figura de Elías (1Reyes 19,1-18), las jóvenes FMA afrontaron los elementos fundamentales de la vida de las Hijas de María Auxiliadora, por medio de profundizaciones, lectio divine, reflexiones, testimonios, comparticiones y trabajos de grupo, así como algunas salidas con el signo de la fraternidad y de la contemplación de la belleza y la santidad: la Capilla Redemptoris Mater, los Dormitorios de S. Ignacio de Loyola y Subiaco.
A la riqueza de las aportaciones recibidas de los muchos ponentes – don Marco Panero, sor Maria Ko, sor Anna Trotti, sor Roberta Tomasi y don Carlo Maria Zanotti, SDB, por las sesiones dedicadas a la unidad vocacional, sor Linda Pocher sobre los votos religiosos, sor Elena Ongarato sobre la vida fraterna, don Rossano Sala, SDB, y don Andrea Lonardo sobre la misión juvenil, don Erino Leoni, SDB, sobre la dimensión espiritual y la vida de oración, sor Elena Massimi por el rito de la profesión perpetua – se añadieron los regalos de las buenas noches ofrecidas por varias Consejeras Generales y por Madre Chiara, que animó a las junioras en el camino bello y comprometedor hacia los votos perpetuos.
Finalmente, no faltaron los momentos de fraternidad, que ayudaron a ensanchar la mirada sobre el mundo entero y a crear un clima de diálogo, disponiendo mejor los corazones a acoger los dones ofrecidos por Dios en este tiempo de Gracia en que el Señor se hizo presente y renovó su promesa de fidelidad a cada una.
