Visita del Papa a la República de Sudán del Sur

Juba (Sudán del Sur). Del 3 al 5 de febrero de 2023, después de dejar la República Democrática del Congo, el Papa Francisco continuó su 40° viaje apostólico a la República de Sudán del Sur, uniéndose al arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y al moderador de la Asamblea General de la Iglesia de Escocia, Jim Wallace, para hacer con ellos una peregrinación de paz y reconciliación en este país oprimido por los conflictos, la pobreza y también por los desastres climáticos, que contribuyen al aumento del número de desplazados y refugiados internos.

La gran alegría de poder finalmente acoger al Santo Padre se manifestó desde su llegada, en la tarde del 3 de febrero, en los bailes y cantos con los que el pueblo, incluidos algunos voluntarios y docentes en las obras de las Hijas de María Auxiliadora, siguieron su automóvil por la carretera – camino del Palacio Presidencial para el encuentro con las Autoridades, con la Sociedad Civil y con el Cuerpo Diplomático – incluso recorriendo kilómetros bajo un sol abrasador para verlo y saludarlo.

Algunas FMA de la Visitaduría María Auxiliadora (AES), de las tres Comunidades en este país, tenían “asignaciones especiales” para esta Visita: el 2 de febrero, sor Dionisia Romero acudió a la Nunciatura Apostólica para cocinar y coordinar las actividades culinarias para el Papa y su séquito. Para ella fue una ocasión de orar más por el Santo Padre y por todos los que lo acogieron. Como ella misma testimonia, la cocina se ha convertido en “un lugar sagrado”.

Sor Viola Nichola, en la Nunciatura, ha prestado su servicio junto con el equipo de catequistas/liturgistas que se ocupaban de las vestiduras sagradas de los Obispos. Para ella “fue un momento de gracia participar en la recepción del Santo Padre” y se siente agradecida con Dios por esta experiencia única en la vida.

Sor Ravena Domínguez, misionera, recogió las impresiones de los participantes resumiendo todo en la frase de despedida del Papa Francisco, al final de la Santa Misa en el Mausoleo “John Garang” el tercer día de la Peregrinación Ecuménica de Paz, el 5 de febrero, antes de regresar a Roma:

“Queridos hermanos y hermanas, volvemos, cada uno de nosotros tres, a nuestra sede, llevándolos aún más en nuestro corazón. Repito: ¡estáis en nuestros corazones, estáis en nuestros corazones, estáis en los corazones de los cristianos de todo el mundo!”.

“Esto me impactó, estamos en sus corazones” – dice sor Ravena – “No sólo a mí, sino también al Presidente, a los Vicepresidentes y a todos los líderes del gobierno. ¡No sólo ellos, sino también los desplazados internos, el clero, los religiosos y religiosas, los jesuitas y la Familia Salesiana!”.

Sus corazones laten por la promoción de las mujeres y de los niños, reconociendo lo que hace el Centro de Promoción Femenina Mazzarello de las FMA por las mujeres de Gumbo y de toda la Provincia de Giuba. El Papa y su séquito trajeron a Roma como recuerdo las galletas y la mantequilla de maní preparadas por las mujeres del Centro. Sus corazones laten por el sueño de una educación de calidad para todos, por eso el jardín de Pequeños Ángeles, la escuela primaria San Vincenzo de’ Paoli y la escuela Laura están concretamente presentes aquí. Para la promoción de la paz, por eso las Comunidades de Wau y Tonj existen desde la llegada de las FMA hace 40 años, comprometidas en primera línea en la educación de los niños, con especial atención a las niñas, en el desarrollo rural, en la protección de la salud.

Entre las más de 60 personas acogidas por las FMA en Gumbo para los eventos con el Papa, algunas compartieron sus resonancias:

“Yo no lo vi… Pero la homilía de la Santa Misa me tocó. Es nuestra vida, ser sal de la tierra y luz del mundo. Aquí en las Hermanas Salesianas de Gumbo, pequeños y grandes, somos tratados de la misma manera y nos sentimos como en familia!” (Sor Catalina, Hermana de la Sagrada Familia de Nazaret)

“Aunque no he tenido la oportunidad de acercarme al Papa Francisco, he recibido bendiciones a través de la Familia Salesiana. Venimos de diferentes países y comunidades, pero me siento como en casa con nuestras hermanas y todos los miembros. Creo que la visita del Papa Francisco ha fortalecido la esperanza y la paz en mí, y en todas las personas que lo acogieron aquí”. (Anna, voluntaria vietnamita en Tonj)

“Me llamó la atención la homilía del Papa y del Arzobispo de Canterbury. He frecuentado otras Congregaciones religiosas, pero sólo con las Hermanas Salesianas he experimentado la verdadera felicidad”. (Fernando, Project Manager de España de Tonj)

“Aunque el Papa estuvo aquí en Sudán del Sur solo dos días, han estado llenos de emoción. Lo admiro, una persona mayor que se atreve a hablar en nombre de los pobres y las mujeres, contra la guerra y la injusticia, el Vicario de Cristo lleno de humildad y dulzura”. (It Vy, voluntaria vietnamita en Tonj)

“Estás en el corazón de los cristianos de todo el mundo”

Permanecerá en el corazón de las miles de personas que asistieron a esta peregrinación de tres días: sencillo, puntual, con una supervisión rigurosa pero amable. Ninguna cámara ha sido capaz de capturar cómo personas de todos los ámbitos de la vida, el boda-bodas (bicicletas o motos utilizadas como taxis), automóviles y autobuses se detuvieron, solo para verlo, a través de la gran pantalla fuera del mausoleo de John Garang, a punto de partir del aeropuerto de Yuba.

Algunas FMA, entre ellas la Superiora de la Visitaduría AES, sor Marie Dominique Mwema Mukato, tuvieron la alegría de un encuentro “extraordinario” con el Papa, por la mañana temprano, antes de la Misa de clausura. Una de ellas expresa así su agradecimiento: “Papa Francisco, estás en mi corazón, estás en nuestros corazones de FMA; estás en el corazón de cada ciudadano de Sudán del Sur, ya no “desplazado”, sino que ha encontrado su lugar en el mundo”.

“¡Renovemos juntas nuestro compromiso de ser sal de la tierra y luz del mundo, para convertirnos en portadores de paz y comunicadores de esperanza!”, concluye sor Ravena en nombre de todas.

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