Petén (Guatemala) La Comunidad Nuestra Señora de Guadalupe, de la Inspectoría Centroamericana SS. Salvador, desarrolla su misión en Petén, un pueblo que confina con Méjico y registra una presencia constante de migrantes provenientes de Honduras.
En colaboración con la Parroquia San Luís y la Pastoral Juvenil de la ciudad, las FMA coordinan un equipo de voluntarios que cada día llevan las ayudas necesarias y prestan asistencia a las familias de los migrantes.
La pandemia de Covid-19, que ha causado la pérdida de trabajo y el consiguiente aumento de la pobreza, ha llevado a un mayor número de familias a ponerse en camino para buscar una situación mejor en los Países limítrofes. El cierre de las fronteras entre los Estados por razones de seguridad, ha dado lugar a un aumento de migrantes en los pueblos limítrofes, como el de Petén.
La Comunidad FMA, en red con la parroquia y las asociaciones locales, está comprometida a gestionar las operaciones de asistencia: cocinar comidas calientes y distribuir alimentos, agua y vestidos en la vía principal del país y frente a la parroquia, regalando a los migrantes una sonrisa y proporcionándoles las informaciones necesarias para orientarse en el país.
Una FMA explica: “Ha sido conmovedor pedirles su nombre, de dónde vienen, etc. Nosostras pastoralmente en Honduras conocemos los lugares de origen, por tanto en el diálogo hemos hablado de la Virgen de Supapa, de lo bella que es la ciudad de San Pedro, o de la Sultana de Occidente, y luego hemos visto su sonrisa.”
La acogida y la ayuda a los migrantes que se encuentran viviendo experiencias de precariedad y de marginación, es un desafío pastoral que requiere hacernos cercanos: “Las personas explotadas nos ofrecen esta oportunidad de encuentro con el Señor. ‘Se trata de un desafío pastoral al cual estamos llamados a responder con los cuatro verbos que he indicado en el Mensaje para esta misma Jornada en el 2018: acoger, proteger, promover e integrar’ (Papa Francisco, Mensaje para la 106ma Jornata Mundial del Migrante y del Refugiado 2020).
Tuve hambre y me didte de comer, fuui forastero [migrante) y ne acogiste , desnudo y vestiste… esta obra es parte del Reino de Dios que se construye cln Amor.
Grazie! Davvero una forte esperienza di “chiesa in uscita”. Vi sosteniamo con la preghiera.