Roma (Italia). El 3 de junio de 2023 tuvo lugar un encuentro online sobre el tema “Jóvenes, vosotros sois el ahora de Dios” (Christus vivit) organizado por el Ámbito de Pastoral Juvenil del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora y dirigido a los Coordinadores inspectoriales, a los equipos de PJ y a los jóvenes de la Conferencia interinspectorial CIAO.

Escuchar a los jóvenes es uno de los compromisos asumidos por la Pastoral Juvenil para el sexenio 2022-2027: “En el horizonte de una pastoral juvenil renovada, demos impulso a la animación vocacional a partir de la escucha de los jóvenes, con fuerzas y recursos en el acompañamiento y en el discernimiento, involucrando a toda la comunidad educativa”. Para ello, el Ámbito PJ pidió a los equipos que eligieran dos jóvenes representantes de cada Inspectoría para participar en el encuentro online.

El momento de la oración dio el tono adecuado al tema del día: los participantes invocaron al Espíritu para abrir horizontes a la comprensión de las realidades de la juventud y para dar sabiduría y fuerza en el acompañamiento de los jóvenes.

Sor Runita Borja, Consejera para la Pastoral Juvenil del Instituto FMA, en su intervención de apertura presentó una síntesis del camino de la Pastoral Juvenil FMA a partir de la Programación del Sexenio, una Pastoral sinodal, para que todos tengan vida en plenitud. Luego agradeció a los jóvenes por lo que son, por la energía positiva que generan en su entorno y los animó a ser la verdadera levadura de la sociedad, para generar cambios positivos.

El arte de escuchar a los jóvenes es esencial en la misión de las FMA. Escucharlos y ponernos en sintonía con ellos es fundamental para hacer una pastoral juvenil cercana, accesible y adecuada a los jóvenes, para poder acompañarlos en su camino de vida. Escuchar facilita la comunicación eficaz, fomenta la comprensión y construye relaciones más sólidas.

Los jóvenes tienen un papel decisivo en cualquier realidad en la que viven. Son ellos quienes ejercen el cambio, a sabiendas o no, aportando una nueva y actual visión de la vida y del quehacer cotidiano. En última instancia, ser joven significa enfrentar desafíos y crear o recrear un escenario para el desarrollo futuro. Significa convertir los problemas en oportunidades y soluciones y ser el motor de la sociedad para un futuro mejor.

Esto es lo que respondieron a la pregunta “En tu contexto, ¿qué significa ser joven en el mundo de hoy?” :

Ser joven significa acoger lo que nos hace únicos, sin sentir la necesidad de amoldarse a la sociedad. (Yzabella Sofía, Filipinas)

Ser joven en el mundo de hoy significa ser agente de cambio. (Fiona, Filipinas)

Significa tener el coraje de luchar por la justicia, de trabajar por la paz y el desarrollo. (Casmero, Timor)

Los jóvenes pueden y quieren tener más espacio en la sociedad. Piden a los adultos que sean modelos a seguir. (Men, Tailandia)

Creo que la verdadera “juventud” radica en el poder de abrazar sin miedo los fracasos y los éxitos, para avanzar con valentía hacia el futuro. (Shin, Corea del Sur)

Los jóvenes representan la esperanza, son polivalentes, permiten que otros jóvenes se conviertan en protagonistas de su propia vida y de muchos ámbitos de la sociedad. (Hye-mi, Corea)

Ser joven en el mundo de hoy significa ser de mente abierta y emprendedora, generosa y deseosa de obtener oportunidades adecuadas, crecer y explorar el potencial y los talentos propios para el desarrollo de la sociedad. (Kim, Camboya)

Los jóvenes de hoy quieren estar a la altura de lo que hacen y están dispuestos a aceptar los numerosos desafíos para lograr sus objetivos. (Pedro, Birmania )

Ser joven hoy, en nuestro mundo, significa estar al tanto de las redes sociales, ser profesionales en lo que hacemos y ser parte activa de los problemas que nos rodean. (Nhat, Vietnam).

Después de este enriquecedor momento de escucha, Sor Runita proyectó un video con los videomensajes de los jóvenes del Sínodo de la Juventud 2018, subrayando la perfecta sinfonía de sus puntos de vista con los de los jóvenes participantes en el encuentro online, que concluyó con una Ave María rezada en la lengua materna, pero con la misma familiaridad y devoción filial a María, Madre de todos.

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