San Paolo (Brasil). El 5 de agosto de 2022, FMA residentes en el Estado de San Paolo, miembros de las Comunidades educativas, estudiantes, exalumnas y representantes de la Familia Salesiana de la Inspectoría Nossa Senhora Aparecida (BAP) de San Paolo celebraron el 150º de la Fundación del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora en el Santuario Nacional de la Virgen Aparecida.

La Celebración Eucarística fue presidida por don Hilário Moser, SDB, Obispo emérito de Tubarão (SC) y concelebrada por el Obispo Mons. Fernando Legal, SDB, Obispo emérito de São Miguel Paulista (SP) y por Don Justo Ernesto Piccinini, Inspector de la Inspectoría María Auxiliadora de San Paolo  São Miguel Paulista (SP).

La elección del Santuario Nacional de Aparecida, uno de los más grandes santuarios de América Latina y centro de promoción de la espiritualidad mariana, estaba motivada por la elección de la Virgen Aparecida como patrona de la Inspectoría, que se encuentra en la región en que, el 16 de marzo de 1892, llegaron las primeras misioneras para dar vida al “espíritu de Mornese” en tierra brasileña. El Jubileo de la fundación del Instituto fue, por tanto, una ocasión para celebrar también los 130 años de presencia de las Hijas de María Auxiliadora en Brasil.

Algunos momentos marcaron profundamente la celebración del 5 de agosto de 2022: la procesión de entrada tuvo como protagonista la estatuilla de la Virgen Aparecida, colocada sobre el altar central entre los cuadros de Don Bosco y Madre Mazzarello. En la procesión de entrada participaron también la Inspectora, sor Alaide Deretti, las Consejeras inspectoriales presentes y otras FMA en representación de la Inspectoría.

En la homilía, el obispo Hilário dijo que celebrar el 150º aniversario del Instituto significa recordar la “historia de la salvación de los jóvenes”. El Instituto tuvo orígenes muy humildes, pero “gracias al espíritu misionero […], hoy es un árbol frondoso que extiende sus ramas por todo el mundo… En fin, es toda esta ‘historia de salvación’ lo que nos reúne hoy en la Casa Madre Aparecida para poner nuestros corazones agradecidos sobre el altar de la Eucaristía”.

El Obispo emérito subrayó también la presencia de María en la vida de Don Bosco y del Instituto, recordando que al Santo fundador no le bastaba construir la Basílica de Turín, quería también ofrecer a María Auxiliadora un monumento vivo: “Os gloriáis de ser Hijas de María Auxiliadora; no sois sólo Hijas, sois también Hermanas, sois también Madres: por esto en todo debéis pareceros a María”.

Refiriéndose a las bodas de Caná don Hilário invitó a las FMA “a tener un corazón y unos ojos maternos para estar atentas a las necesidades de los jóvenes, mostrando compasión por los más necesitados, misericordia para los que cometen errores,  apoyo a los que caen y misericordia para las muchas miserias de nuestro mundo”.

También hizo referencia al Capítulo General XXIV, subrayando el título del documento capitular: Con María, ser “presencia” que genera vida. Dijo: “¡Miles de ellos son huérfanos, necesitan una madre! Sed sus madres: ésta es vuestra misión”.

La homilía concluyó con un augurio: María ciertamente continuará “caminando por vuestras casas”, exhortándoos a “hacer todo lo que Él os diga”.

Después de la homilía, las FMA renovaron su Profesión religiosa ante la asamblea presente en el Santuario.

Al final de la Eucaristía, sor Alaide Deretti dirigió un saludo, subrayando que “¡celebrar 150 años de historia significa mirar al pasado y hacer fecunda la vida con la gratitud! ¡Significa mirar al hoy de nuestro tiempo, abrazar el presente y tener confianza en el horizonte!¡Significa mirar adelante, acoger la novedad y difundir la esperanza! Es mirar a lo alto, y escuchar el primer y siempre nuevo ‘A ti te las confío’ de la Virgen y bajo su manto – de Aparecida y Auxiliadora – devolverle la vida y la esencia de la juventud”.

Como es de tradición en el Santuario, durante la Celebración Eucarística se recitó la Consagración a Nuestra Señora Aparecida. La Inspectora levantó la estatuilla de la Virgen para hacerla más visible y todos los presentes recitaron la consagración. Para las FMA fue un momento propicio para consagrar a la Virgen, además de la Inspectoría BAP, también la vida y la misión de todo el Instituto, de Madre Chiara Cazzuola y del Consejo general.

La celebración del 150º aniversario en el Santuario de Aparecida fue transmitida en directo por la TV Aparecida y por varias redes sociales, de modo que todas las FMA pudiesen participar del evento.

Después de la Santa Misa, las FMA llegaron a la Casa de Guaratinguetá, donde compartieron un momento de fraternidad y conmemoraron los 130 años de la llegada de las primeras FMA al Colegio do Carmo, la primera Casa en Brasil.

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